dijous, 2 de març del 2023

NON, La vida segueix, La ciutat fosca i més

NON

El cuervo vuela en círculos a mi alrededor. Queda un billete. El dinero, al igual que mi vida, se escapa de mis manos. Cuando de dados se trata, la suerte me abandona. El Monopoly es un claro ejemplo de ello. Siempre acabo pagando o cayendo en la cárcel.

Pero esto es diferente: el dinero no es falso y la derrota no es la bancarrota, sino mi vida. 

El juego es simple. Ambos dados deben caer en un número impar. Si tan solo uno de los dos cae en uno par, se retira un billete del montón. Una vez sin billetes, la partida se acaba.

Tiro los dados al aire. El primero cae y resuena dando tumbos: impar. El segundo no cae al suelo. Me desespero. Necesito otro número impar. El cuervo se posa a mi lado y me mira, curioso. Vomita el dado que falta: par. 

Estrellas Nubladas


 La vida segueix.

Era una nit, un pare arribava a casa, cansat darrere una bona jornada laboral,

dona una abraçada al seu fill, amb el coneixement de que podria ser la darrera.

És va a donar una dutxa, cosa que odia, perquè l'hi recorda les múltiples marques que té al cos,

les marques que donen a conèixer la seva condició. Fa poc va descobrir que va néixer amb

una rara condició, la qual feia que podria morir en qualsevol moment, que quan les marques

vermelles cobrissin tot el seu cos, estaria perdut “Bastant he aguantat ja” pensa mentre s'eixuga.

És va a vestir, i mira per la finestra, veu el restaurant on varen celebrar el 5è aniversari del seu fill,

veu a la parella del 1r pis, i al matrimoni amb un fill de l’edifici de davant, i pensa que,

quan ell ja no hi sigui, tot continuarà igual, res haurà canviat.

BlaVa.


 La Ciutat Fosca 


Cada nit quan mir per la petita finestra de ca meva, veig un munt de llums que surten

de les finestres d'aquesta ciutat tenebrosa i fosca.

Sempre veig a la mateixa senyora d'aparença seriosa, però alhora m'intrigava

aquella jaqueta negra que portava, també portava una cosa a la mà,

no puc arribar a veure-la, no sé quants dies porto aquí, no tinc fam ni tampoc tinc ganes

de beure, tampoc tinc fred ni calor.

Quan estic a punt d'aconseguir veure a la senyora amb clareta, s'esfuma com un record

del qual no pots recordar-te.

STG


NOSTALGIA


Aquella noche escuché como si de un cristal romperse se tratara, un escalofrío lleno de recuerdos recorrió todo mi cuerpo. Por suerte mamá no despertó, por desgracia, mis recuerdos si lo hicieron. 

Fui con un nudo en la garganta a ver que había surgido, esta vez fue mi tío. Se había caído y había hecho un desastre. Recordaba la última vez que se cayó, hace tres años, aquella vez quien despertó fue mi madre. 

Con la angustia en la palma de la mano, cogí la escoba y con pena comencé a barrer los recuerdos. Junto a ellos recogía sus cenizas, el violento viento habia tumbado la urna y esta estaba escampada por todo el suelo.

Todos los recuerdos llenos de nostalgia hacían sentirme mal, aquella última vez si había alguien de carne y hueso. Pero esta vez solo habían recuerdos.

Natt!

EL SECUESTRO


Hace dos días que no como ni bebo y mi esperanza de salir algún día de aquí es cada vez menor.

Se habrá cansado de tenerme aquí y, como sabe que nadie me encontrará, me ha dejado sola, sin opciones para salir.

No sé cuánto tiempo llevo aquí, pero parecen años.

Fuera, escucho la lluvia caer, por la pequeña ventana que tiene la puerta también veo que es de noche.

También escucho unos pasos, pero supongo que son invenciones mías, llevo mucho tiempo sin comer ni beber. Poco después, una piedra rompe la ventana.

¿Han venido a salvarme por fin?

¿Me han  encontrado después de todo?

O… ¿Se ha vuelto a enfadar conmigo?


Noah


Basta

Lo tenía todo. Era una vida perfecta. Pero no podía parar. Y lo perdí.

REMULUS



La rutina 


Me desperté, me duché, me aseé, salí de casa, cogí el coche, llegué al trabajo, me senté en el escritorio y cuando miré por la ventana desperté.


Ada


¿Y si no digo nada?


A las 11 p.m, una chica paseaba por la calle, a metros de ella un chico la estaba vigilando. Luego escuché gritos, me asomé a la ventana y era lo que temía, cogí el teléfono, quería llamar a la policía, pero no podía, tenía miedo y no quería involucrarme, no hice nada. Al día siguiente la vi en la tele, estaba muerta y había sufrido graves conmociones.La noche siguiente volví a ver a una chica y al hombre de la noche anterior, tenía miedo y no hice nada, después escuché gritos, me asomé a la ventana y ese hombre la estaba agrediendo, pero no hice nada, la noche siguiente sobre las 10 p.m tuve que salir a comprar, me sentí vigilada, miré hacia atrás y reconocí al hombre, en ese momento supe que yo era la siguiente.


Iekaterina Parascheva


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