LA DUDA
Mario se dirigió a Clara impaciente:
-Necesito una respuesta.
Sabes, le suplicó ella, que no quiero dártela …
Mario se retiró el flequillo de los ojos, nervioso se levantó y subiendo el
tono de su voz volvió a suplicarle:
-Dímelo, Clara, ¿qué quieres de regalo de aniversario?
Clara, firme en su decisión, miró a Mario a los ojos y convencida
dejó salir de sus labios estas palabras:
-Preferiría no hacerlo…
Luamarlli
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada