El otro niño también se tapaba los ojos cuando las ramas de aquella planta comenzaban a agitarse sin motivo aparente. Luego dejaba el columpio, salía corriendo hacia el interior de la casa y esperaba, como cada tarde, a que dejara de moverse esa maldita tomatera.
Volem esdevenir un veritable centre de recursos i d'aprenentatge per a tota la comunitat educativa.
divendres, 24 de novembre del 2017
Movimiento en paralelo
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