dijous, 22 de març del 2018

Cinc microrelats.



Mi rutina mañanera

Al despertarme abro la ventana esperando a que algún día aparezca mi Romeo o mi principe azul, o simplemente alguna persona que me ame de verdad tal y como soy. Después voy al baño me limpio la cara, me miro al espejo imaginando una sonrisa en mi rostro y me digo a mí misma en voz alta "te quiero". Por desgracia, se que no es real, solo es un pensamiento idealizado de mi vida. Entoces rompo a llorar, pero en silencio y sola, para que mi madre no me escuche, porque ella es la única razón que me queda para seguir viviendo. 
                                          
 Mónica de Troya

LA OSCURIDAD

- Llegas de noche a casa, después de un largo día de trabajo y sólo piensas en descansar. Buscas en la oscuridad el interruptor de la luz pero otra mano ya está ahí.

                                                                                   Maléfica

Silbidos al cantar

Lejos de la ciudad, lejos de los pueblos, un hombre ya muy mayor vivía en una montaña solo. O eso creían las personas que lo habían conocido. Pero no, él vivía rodeado de animales que le adoraban, en especial un pajarito más pequeño de lo normal que había crecido en su cuidado. Aquel pajarito que solo tenía al hombre iba cada día y le cantaba. Hasta que un día ya no volvió a hacerlo. El hombre murió. Y cuando lo hizo el pequeño pajarito le cantó durante todo el día para luego callar para siempre.
                                                                      Rey
Dientes

-¡Mamá! Se me ha caido un diente. ¿Hoy vendrá el Ratoncito Pérez? -dijo la niña.
-Sí, hija.
El niño extrañado miró a su madre que se abrigaba con una manta.
-Mamá, ¿qué es el Ratoncito Pérez? -preguntó.
La madre con cariño y pena lo miró:
-Es un ratón que les trae dinero a los niños que se les cae un diente, lo dejan bajo la almohada y al día siguiente en vez de estar el diente hay dinero.
-A mí se me han caído dientes antes ¿por qué no ha venido?
-No lo dejarías bajo la almohada.
A los pocos días se le cayó un diente y corrió a darle la noticia a su madre. A la noche miró el cartón donde dormía, no tenía almohada. Así que decidió coger una piedra y dormir sobre ella toda la noche. Al amanecer se despertó y al levantar la piedra el diente no estaba, pero tampoco le habían traído nada. Desilusionado miró a su madre que le observaba tristona.
-Mamá ¿por qué el Ratoncito se ha llevado mi diente pero no me ha traído nada?
La madre le levantó y lo abrazó mientras lloraba.
-No te preocupes, algún día lo hará.

                                                                                        Rey
Algo más que comida

-Chef era y eso seré siempre, pero algo le faltaba a mis platos, y ese algo era chispa. No sabía como darsela hasta el día que llegó a mi restaurante Charlotte. Fue mi iluminación. Ese día cociné diferente, cociné un nuevo e increíble plato. Ese plato iba dedicado a ella. Recuerdo acercarme a tu mesa con el plato y entregárselo. También recuerdo su sonrisa al degustar lo.
-¿Volvió a saber de ella?
-No, cuando se marchó del restaurante no la volví a ver.
-Bien, creo que con esto tenemos suficiente. La noticia del exitoso plato Charlotte se hará pública pronto.
-Gracias.
-No, gracias a usted, señor chef -dijo el periodista.

                                                                                 Rey

dimarts, 20 de març del 2018

#poesiablancadona



Ja hem començat a escalfar motors. Un no res queda per al Dia de la Poesia i enguany ens hem proposat inundar les xarxes de versos, omplir les orelles de rimes, cobrir els ulls de poemes. Ens ajudes?
Escriu els teus versos preferits a Instagram o a Twitter amb el #poesiablancadona, comparteix-los al mural físic de l'entrada del centre o recita'ls des de qualsevol de les sis parades establertes dins l'edifici.
Que no vols escriure ni recitar? Vine, doncs, a escoltar-nos.
foto de Biblioteca Sa Blanca Dona.

dilluns, 19 de març del 2018

I seguiexen arribant grans microrelats

Armadura de acero y corazón de hierro


Con otro intento fallido mi frustración aumentó al igual que el miedo. Y no era por las cuerdas que me rodeaban, si no a los hombres que deseaban matar me.
Mi fuerza y mi manejo de las armas no habían servido.
¿Qué fallaba? Solo había luchado con uno.
Lo pensé pero los ojos que me miraron me acobardaron. Mis soldados habían intentado liberarme  y estaban muerto, no quería eso para mí.
El hombre empezó a acercarse a mí con una sonrisa, me agarró del cuello.
-Tu hora.
Cerré los ojos, oí un grito, al abrirlos vi al hombre con una flecha clavada, y otros más alejados. Los demás cogieron sus espadas y una lluvia de flechas fue derivando los.
Las cuerdas se aflojaron y un hombre con casco y armadura de hierro me cogió del brazo.
-Gracias -dije.
Él se quitó el casco y dejó caer una cascada de pelo, era una mujer.
-Vamos, la distracción no durará mucho tiempo.
Distracción, ingenioso.
-¿Quienes sois?
-Las guerreras.
La lluvia de flechas terminó y nos escondimos en el bosque.


Todo el reino me miró sorprendido cuando acabé de relatar hazaña. Entonces el pueblo estalló en aplausos.
                                   

                                                                                                    Rey

Simples palabras

Con buena letra escribió las siguientes palabras a la chica de la primera fila:

        Me gustas, y deseo un beso tuyo, te espero en la esquina al final de las clases.
                                                                        
                                                                                    Jorge

Dobló el simple papel y se lo pasó a su mejor amigo Diego para que lo entregara.
Al final de las clases esperó en la esquina y cuando escuchó unos pasos cerró los ojos por el nerviosismo, giró sobre sí y le plantó un beso a aquella chica. Al separarse abrió los ojos esperando sus ojos grises pero en vez de esos vió los ojos marrones de Diego.
A partir de ese día no volvió a fijarse en las chicas

                                                                                                                 Rey

Con los ojos cerrados

Con los ojos cerrados, imaginó.
Imaginó poder volar.
Imaginó poder ir a ella.
Imaginó poder verla,
hablarle y tocarla…
Abrió los ojos.
En el suelo estaba.
Lejos de ella también.
Ni la veía, ni le hablaba
y ni la tocaba...
Pero feliz estaba, de haber podido imaginarla.

                                                              Rey

Adiós

Con un tierno beso en la frente dejó el canasto que en su interior un bebé envuelto en mantas miraba a su madre por última vez.
Entre lágrimas la madre desapareció en la oscuridad y de ella no volvió a saber nada el bebé.
Meses después el niño fue adoptado.
Vivió una infancia feliz.
Entonces el pequeño creció y su interés por su madre biológica aumento.
La buscó, pero no la encontró.
Rendido, se graduó en medicina para ayudar a la gente, sobre todo a los niños.
Un día una señora llegó de urgencia.
No le quedaba mucho.
Se acercó a la camilla y la miró, no lo pudo evitar.
La señora lo atrajo a sí y le dio un tierno beso en la frente.
El chico, sorprendido, se dio cuenta de que la había encontrado.
Y de que ella no lo había abandonado.

                                                             Rey

Campo

La niña cogió la flor.
La flor era bella.
La abeja deseaba la flor.
A la niña no le gustaba la abeja.
La niña era la flor.
Y en el suelo acabó.
Porque huyó de la abeja.
La flor ya no era bella.
La niña ahora no tenía la flor.
Y la abeja no tenía a la niña.
                                            Rey

Cartas

Tenía un secreto, y ese secreto era que todas las cartas que recibían las personas que vivían en este edificio las leía yo antes.
Cuando llegaban me las llevaba a mi piso y las abría con ilusión.
Me imaginaba que eran para mí. Y cuando las leía las dejaba en un sobre nuevo. Pero un día me descubrieron. Y no volví a leer sus cartas.
Ahora siempre que me cruzo con alguien en el edificio me mira mal. Pero me da igual. Porque ahora yo tengo mis propias cartas y sé que son mejores de las que ellos tendrán nunca.

                                                                                     Rey

Tornen els microrelats.

SOLEDAD
Me sentía solo, cada día más. Pero un día llegasteis vosotros y lo cambiasteis todo.

Monotu



SOLA EN CASA.

Estoy sola, en casa, una noche de diluvio, mis padres han salido a cenar justo antes de que saltara el diferencial. Al bajar al sótano, para volver a subirlo, lo veo; veo una sombra fuera de mi casa, un hombre alto y calvo. Subo a mi habitación enseguida y me escondo en el armario. Hasta que oigo que tocan la puerta: toc,toc,toc.
¡oh, dios mío! no hay cobertura en casa,¿  y ahora cómo llamo a la policía? TOC,TOC,TOC. Vamos Cloe sé Valiente y baja. Con la linterna del móvil en una mano y una figurita de Bob Esponja en la otra, me armo de valor y bajo al recibidor.
-¿ Qu-qu-quién es?
-Cloe, ¡soy yo!
-¿Papá?
-Sí, me he dejado la cartera con todo dentro¿porqué llevas esa figura del Macdonalds en la mano?

              ATABEY.


John

   Como cada día me despertaba.
   -Hola, amor -decía mi esposa.
   -Hola, cielo -contestaba.
   Sonriente iba su lado para coger su anillo de bodas.
   Besaba el anillo y lo devolvía a su sitio.
   Caminaba hasta otra habitación y encendía la luz.
   -Hola, papá -decía mi hija.
   -Hola, angelito -contestaba.
   Iba a su cama para coger su peluche favorito.
   Besaba el peluche, y lo devolvía a su sitio.
   A la hora de trabajar subía al coche e intentaba arrancarlo, pero no podía, no aún.
   Bajaba y me dirigía a la casa del lado
   -Hola, john -decía.
   -Hola, ¿Podrías llevarme? Mi coche está averiado -mentía, como siempre.
   -Claro -decía sabiendo la verdad.
   En la cena servía la comida para tres en silencio.
   Como cada noche, iba a mi habitación y me tumbaba.
   Me preparé para mis buenas noches pero, mi móvil cayó al suelo. Al levantarme lo pisé rompiendo lo.
    Las lágrimas desbordadas por mis mejillas dejando paso a la ira.
   Subí al coche... conduje, después de meses intentándolo. A toda velocidad recorrí la carretera para luego frenar en medio de ella.
   Bajé desolado y miré el lugar.
   Aquel fue el último lugar donde ví a mi esposa y a mi hija.

                                                                                                                  Rey

Destino

Agente Carlos
Corrí por las calles a toda velocidad con el bolso que unos hombres deseaban por motivos que desconocía, pero si algo sabía es que no podía dejar que cayera en sus manos por el importante contenido que tenía.
    Salté por encima de un increíble barranco con un súper-salto y me giré. Aún me seguían, y la misión de devolver el bolso a su propietaria se complicaba. Corrí a toda velocidad y vi a la dueña.
    -¡¡¡SEÑORA!!! -grité.
    La señora extrañada se giró y me miró con sorpresa.
    Le dí el bolso y salí corriendo a un lugar seguro.
Señora
    -A la plaza voy -le respondí
    -Es un buen lugar -comentó la camarera que ahora se alejaba.
    Me levanté y me dirigí a mi destino. Cansada pero feliz de llegar a la plaza oí un grito.
    -¡¡¡SEÑORA!!! -me giré extrañada y me sorprendí al ver a un niño corriendo hacia mí con mi bolso.
    Con brusquedad me lo entregó y se marchó.
    -¡Mamá! -gritó mi hijo que también corría hacia mí con su hermano-. Ese niño cogió tu bolso y pensamos que lo estaba robaba.
    -Sí, y yo casi me caigo por una alcantarilla abierta.

                                                                                                 Rey

           

Nous punts de lectura


Gràcies a  les nostres companyes, Fina de la consergeria i Lina de la cafeteria, el centre compta amb dos nous punts de lectura. Genial iniciativa!